
...Pero cuando Ulises completa su viaje, el destino, la destinación del Archipiélago, se intuye con grandes esfuerzos. El pelásgico Ulises es curioso, sí, de lo múltiple, pero aun no es hístor, sobrio, desencantado observador. Diría Antonio Machado que el camino lo trazan us pasos, se hace con su mismo andar. No es aún método. Ulises se halla en lo múltiple. Pero lo múltiple deviene auténtico pro-blema, objeto de investigación y de búsqueda, solamente con los primeros sophoí, "maestros de la verdad", desde Epiménides a Hecateo y a Tales.
Hístor no es sólo el que descubre y narra los multiformes aspectos del Archipiélago, los caracteres de sus diversas ciudades, las vías del mar que lo conectan y separan a un mismo tiempo: hístor será el que es capaz de indagar entre los muchos el logos común. ¿Existe un logos de las muchas islas que encuentro, de las muchas voces que descienden tempestuosas desde el agorá? ¿Cuál es el elemento que hace de las islas un Archipiélago, de estas voces una polis?
¿Existe un ethos de los muchos, esto es, unas sedes comunes, donde ellos tengan juntos una morada, donde juntos habiten? ¿Existe algo "superior"?, áriston, respecto al darse de los muchos en tanto muchos, al inmediato aparecer de lo múltiple?
Lo múltiple será "salvado" por la esencia. Pero para salvarlo será necesario comprenderlo y predicarlo. Y lo múltiple podrá ser dicho en cuanto manifiesta un logos. Logos que implica la referencia, la relación entre sujeto y objeto, entre uno y muchos. Implica por lo tanto un cálculo. Excluye toda inmediatez reveladora. La cosa tiene nombre porque es vista, comprendida en una mirada, teorizada. Pero teorizarla es ponerla en relaciones, recoger sus diferencias específicas, indagar a qué conjuntos pertenecen.
Lógoi serán, por esto, las palabras del Archipiélago, logos, su discurso. Y de todos los viajes del Archipiélago (para recoger, conectar, seleccionar, siempre resuena el sentido del logos), nacerá la idea del Viaje, o del ágon éschatos, de la contienda, de la lucha suprema: el viaje hacia el logos común a todos, hacia aquella unidad que lo múltiple muestra, sí, pero como pérdida, revela, sí, pero en su ausencia.
El espíritu europeo odia el grumo.
El viaje como declinación del mito.
Lo múltiple no es anárquico, es intrínsecamente logikós. (un conjunto de kósmoi, estructuras dotadas de orden y dialogantes entre sí. Logos es el lenguaje, de tal orden y de tal "mal-interpretación" entre los entes.
Massimo Cacciari. El Archipiélago. Eudeba, 1999, pág. 25.
Hístor no es sólo el que descubre y narra los multiformes aspectos del Archipiélago, los caracteres de sus diversas ciudades, las vías del mar que lo conectan y separan a un mismo tiempo: hístor será el que es capaz de indagar entre los muchos el logos común. ¿Existe un logos de las muchas islas que encuentro, de las muchas voces que descienden tempestuosas desde el agorá? ¿Cuál es el elemento que hace de las islas un Archipiélago, de estas voces una polis?
¿Existe un ethos de los muchos, esto es, unas sedes comunes, donde ellos tengan juntos una morada, donde juntos habiten? ¿Existe algo "superior"?, áriston, respecto al darse de los muchos en tanto muchos, al inmediato aparecer de lo múltiple?
Lo múltiple será "salvado" por la esencia. Pero para salvarlo será necesario comprenderlo y predicarlo. Y lo múltiple podrá ser dicho en cuanto manifiesta un logos. Logos que implica la referencia, la relación entre sujeto y objeto, entre uno y muchos. Implica por lo tanto un cálculo. Excluye toda inmediatez reveladora. La cosa tiene nombre porque es vista, comprendida en una mirada, teorizada. Pero teorizarla es ponerla en relaciones, recoger sus diferencias específicas, indagar a qué conjuntos pertenecen.
Lógoi serán, por esto, las palabras del Archipiélago, logos, su discurso. Y de todos los viajes del Archipiélago (para recoger, conectar, seleccionar, siempre resuena el sentido del logos), nacerá la idea del Viaje, o del ágon éschatos, de la contienda, de la lucha suprema: el viaje hacia el logos común a todos, hacia aquella unidad que lo múltiple muestra, sí, pero como pérdida, revela, sí, pero en su ausencia.
El espíritu europeo odia el grumo.
El viaje como declinación del mito.
Lo múltiple no es anárquico, es intrínsecamente logikós. (un conjunto de kósmoi, estructuras dotadas de orden y dialogantes entre sí. Logos es el lenguaje, de tal orden y de tal "mal-interpretación" entre los entes.
Massimo Cacciari. El Archipiélago. Eudeba, 1999, pág. 25.
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