Un poema que escribí pensando en quienes van, perdiendo sus raíces y sus esperanzas en un siglo cada vez más inhóspito para los "sin tierra".
ORACIÓN DEL
ERRANTE
Desde tiempos remotos, nos orgullecemos de
practicar la ley de hospitalidad.
HOMERO
Contempla, poeta, al errante en su incesante letanía
mientras los heraldos y servidores
trinchan grandes trozos de carne
indocumentada
sentados ante las puertas sobre cueros de
bueyes
aprecia el cuerpo innúmero de los que van conmigo
aunque les anunciaras todos los males que
habrían de sufrir a cambio de la
sola sed
después de siete años en los que estuve en Chipre, en Fenicia, en Egipto, en el
país de los
negros, entre los hombres de Arabia, de Sidón y de esa Libia
en donde ni al señor ni al pastor les faltan
nunca carne, queso y leche
escucha la respiración de la que mira al mar y no se llama Calipso
o de esa otra con los ojos puestos sobre los ojos del tarotista de la rue
Mallarmé
apretando los billetes sucios con la mano
al encuentro de tu mentira piadosa
pues su destino -le habías asegurado-
no era morir aquí, alejada de los suyos, sino volver a verlos en su patria
¿y todavía insistes en tus lecciones de hospitalidad y bonhomía?
cuando alientan las sirenas con sus
frescas voces de confidentes
voluntarias
de fronteras y muros
la delación como bandera
y ya no alcanzan los gritos a atravesar la niebla
que separa las costas
de sus cuerpos
de quien hubiera sobrevivido a las mareas
de noches sin brújula
sólo un mirar hacia adelante
a tierra hospitalaria adonde nadie pudiera sentirse del todo
perdido
donde las madres pudieran alimentar penélopes
deseantes
y no hubiera cartas sin remitir
¡teme, pues, a
los dioses, pues somos suplicantes, y Zeus protege a los
suplicantes y a los huéspedes!
devuelto al reino por obra y virtud de tu
logos
escribo tu ceguera, poeta,
con la sangre del cordero ritual.
a.g.
(En "Odiseas Menores"/ Alción, 2023)
Sólo las flores caídas saben que son flores.
ResponderEliminarGracias por pasar y dejar rastro, Jorge. Saludos!
ResponderEliminarErrantes seres humanos buscsndo un espacio un lugar casi tus abuelos y los mios y vos y yo... en algun sentido ... gracias por tu sensibilidad y tu trabajo. Irene maman
ResponderEliminargracias querida amiga...
ResponderEliminarHermoso poema y tan preciso para la realidad de nuestros días !! (Justo ayer aparece la foto de un niño muerto en una playa y conmueve al mundo)
ResponderEliminarBuenísimo espacio querida Andrea, me encantó descubrirlo. Saludo afectuoso y bendiciones!! Alfredo
Hola Alfredo, un gusto, hermosa sorpresa encontrar su comentario. Sí, nunca más tristes los días que viven estos odiseos sin reino, la idea de este blog que ya tiene sus años de "andadura" es acompañar un libro referido a aquellos que ven sin retorno, este poema sería parte de ese trabajo. Agradecida por su comentario, y bienvenido a este sitio viajero. Saludos!
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